hd1p #034 – probablemente mi mayor error como empresario
"hd1p #034 - probablemente mi mayor error como empresario"
"Nota rápida: disculpa si ayer te llegó el correo por la tarde y me echaste de menos en el café matutino; vamos creciendo a buen ritmo y la herramienta no me avisó de que ya no podía enviar más emails (envió la mitad y paró). Aprendida la lección 😁"
"Hoy toca uno de esos de “qué le dirías a tu mismo yo de hace 3 años”."
Vamos a por otra historieta de palomitas
Nota rápida: disculpa si ayer te llegó el correo por la tarde y me echaste de menos en el café matutino; vamos creciendo a buen ritmo y la herramienta no me avisó de que ya no podía enviar más emails (envió la mitad y paró). Aprendida la lección 😁
Hoy toca uno de esos de “qué le dirías a tu mismo yo de hace 3 años”.
Pues te hablo de un proyecto que estamos ejecutando. Que llevamos ejecutando desde hace más de un año. La verdad que es un proyecto que va muy mal.
Nota: otro día te tendré que hablar de los proyectos que van bien (que son la mayoría), porque entre los platos de ducha, los presupuestos que hacemos y lo que te cuento hoy, lo único que vas a tener claro si vas a reformar tu casa es quién no te lo va a hacer 🙂
Volvemos al lío. El proyecto va mal por mil razones. Porque ya sabemos que en general las cosas que salen muy mal suelen tener varios elementos que confluyen.
Pero nos centramos en aquello que no hicimos bien por nuestro lado (Dosplanos).
El proyecto era el más grande que habíamos recibido para presupuestar hasta la fecha (hace año y medio). Nunca habíamos ejecutado algo tan complejo (una rehabilitación, más difícil que hacerlo de cero…). Y para colmo, era un proceso muy competitivo.
Peeeero…ese ansia por crecer a toda velocidad te puede jugar malas pasadas.
Este es el caso.
No era un proyecto para nosotros. Nos pilló pronto en la curva de madurez. Y no sé en qué sector trabajas, pero en la construcción, como intentes atacar un proyecto para el que no estás preparado…te das un tortazo de película.
Y así está siendo. Una auténtica pesadilla para todos los participantes. Y una ruina para todos los que estamos involucrados en el proyecto (tiempo = dinero, así que puedes imaginarte). Esperamos que acabe pronto…
Por cierto, que con esto no quiero decir que hayamos sido los únicos que nos hemos equivocado. Pero vamos a dejar por un momento el deporte nacional de criticar a los demás, nos centramos en lo que nos atañe y así sacamos algo útil de todo esto.
Vamos a los aprendizajes, a ver si le sirve a alguien más:
Está bien querer crecer e ir haciendo un trabajo cada vez más complejo (de eso va montar una empresa. Pero evalúa el salto entre lo que has hecho hasta la fecha y lo que tienes delante (intenta dar muchos saltitos y evitar los saltos con pértiga…)
Además de lo anterior, siempre analiza qué es lo peor que puede pasar si ganas este contrato. Y compáralo con los beneficios si todo sale bien. Tiene que haber un equilibrio
Mucho cuidado con los proyectos de “gran volumen y beneficio ajustado”. Tienes poco margen de error y en caso de producirse problemas, el golpe puede ser fuerte (en este caso, piensa lo que ha pasado con la subida de los precios de las materias primas)
(el más difícil) Si estás metido hasta el fondo en un proceso de presupuestación pero por alguna razón algo te dice que no es lo correcto (esa intuición que uno desarrolla con los años), acuérdate de este correo y bájate del tren, las horas echadas en el proceso habrán sido parte del aprendizaje para la próxima vez (ese concepto de “coste hundido” que es tan difícil de aplicar)
¿Me cuentas una situación parecida que hayas tenido?
PD: y mientras piensas en la peor situación del mundo mundial, dale arriba a “reenviar”, escribe la letra “a”, pincha en el primer nombre que aparezca y dale a “enviar”. A ver qué pasa…