Te voy a contar una visita que hicimos hoy con el equipo. Ya sabes que cuando digo “hoy” me refiero a mi “hoy” escritor, no a tu “hoy” lector. En este caso fue hace poco.

¿A dónde? A la carpintería de nuestro principal proveedor (no te dejo su contacto porque luego le llamas para cambiar un metro de rodapié y se cabrea conmigo…jejejee).

Primer punto interesante (te lo he contado hace poco, pero lo repito): la visita la organizó el Jefe de Grupo, Cándido (responsable de jefes de obra). Es un gusto cuanto el equipo toma iniciativa y la empresa empieza a avanzar en base a múltiples personas empujando y liderando.

El punto anterior es muy importante (ya sé que me repito, pero es por algo). Así que si lo has leído con la taza de café tapándote la mitad de la pantalla, léelo de nuevo.

La visita: muy chula. Hemos aprendido cómo funciona una máquina de control numérico. Hemos comprobado lo que pesa una puerta maciza de roble (al próximo cliente que nos la pida le vamos a mandar al taller para que la intente mover -por cierto, estimo que unos 120kg-).

Hemos entendido el detalle de las puertas enrasadas y hemos visto los últimos modelos de guías para puertas correderas (muy estéticos, hace una “L» invertida para el encuentro con el pladur, por lo que no se ve nada del perfil). Esto último sé que te ha molado.

Lo más importante. Hemos comprobado cómo para ser carpintero de la “vieja escuela” no puedes tener más de 9 dedos enteros. Si tienes todos los dedos eres un carpintero millenial, no es lo mismo.

Y ahora nos vamos de viaje…pero sígueme.

En 2013 empecé a trabajar en TMF Group. Como te comenté alguna vez (ya, te has olvidado), se enfocan en ofrecer servicios de contabilidad, impuestos, nóminas…a empresas que se están expandiendo por el mundo.

Me uní a la empresa porque existía un reto muy interesante para estandarizar las operaciones. Pero a mí estos servicios me parecían un coñazo (no se lo digáis a mi antiguo jefe).

Así que, 4 años después y con todo tipo de experiencia en la empresa, seguía entendiendo casi lo mismo que 4 años antes acerca de nuestros servicios de contabilidad, impuestos, nóminas…

Opinión fuerte (¡con energía!): no puede ser que tus empleados (yo en aquel entonces), no entiendan bien lo que hace la empresa. No puede ser. No puede ser.

Parece “obvio”, no lo es. Porque en una empresa, parte del equipo ejecuta el trabajo. Pero otra parte (no menor), trabaja en marketing, ventas, operaciones centrales, administración, …

No sé si lo he dicho. Pero no puede ser que el equipo que trabaja en una empresa no entienda bien lo que se hace la empresa.

Así que hay que diseñar un programa de onboarding/inducción/formación (llámalo cómo más te guste), que haga que todo el mundo entienda bien el negocio.

Si vendes servicios de contabilidad, no es necesario que todo el mundo sepa crear un balance, pero sí que sepan qué es un balance, cuales son los pasos para crearlo y cómo tu servicio ayuda a tu cliente en su negocio.

En Dosplanos estamos en ello. Además de estas visitas, la mayor parte del equipo, o es técnico o ha pasado por la posición de jefe de obra (yo el primero ehh; el resto del equipo va poco a poco pasando por esa posición, con más o menos ganas ;p).

Pero no te miento: cada vez que una persona “de oficina” ha realizado las labores de jefe de obra, ha terminado diciendo aquello de “ahora entiendo por qué…”

Para poder vender. Para presupuestar. Para hablar con los clientes. Para hablar con los proveedores. Para apoyar al equipo de ejecución. Para todo.

Ya me repetí. Pero por si no quedó claro…me parece imprescindible que todo el mundo en la empresa entienda bien el negocio en el que trabaja. Y por eso hoy estuvimos con todo el equipo en la carpintería.

Me puedes decir si no estás de acuerdo; un poco de debate es muy saludable.

¿Qué pasa en tu empresa?

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