Hoy es lunes. Debes saber que hoy se celebra San Isidro, patrón de Madrid.

Así que más allá de este correo, extenderé el fin de semana intentando pensar poco en lo que viene mañana (ya sabemos, semana corta, semana apretadita).

Me dice un lector: “qué tal llevas la diferencia de pasar de un trabajo glamouroso para muchos (multinacional etc etc) a un trabajo de barro (pyme etc)”

Es un tema interesante. Creo que más si cabe para el que aún no es empresario. Vamos a pensar un poco en ello.

Te resumo mis 4 fases profesionales

5 años en McKinsey&Company. Consultora con mucho glamour (o eso considero). Cuando viajaba iba en primera y me quedaba en hoteles 5*, para que te hagas una idea
4 años en TMF Group. Empresa grande de glamour medio-bajo. Cuando viajaba iba en economy y me quedaba en hoteles 3* o similar (por comparar)
Estuve 6 meses en Ontruck. Start-up española con glamour medio-alto. No viajaba, pero el mundo startup es “cool” porque sí (y eso no se discute ;p)
Casi 5 años en Dosplanos. Constructora española con poco glamour. Sí te digo que en 2018 tenía 0 glamour y ahora ya tiene un 2-3/10

Hemos hablado de glamour. Pero es que (para mí) la dimensión “barro” es ortogonal al “glamour” (aunque de primeras pueda parecer la misma o similar).

Me explico

En McKinsey yo era muy junior, así que tuve barro para rato (barro limpio, si quieres, pero barro al fin y al cabo)
En TMF Group, ya tenía 30 años y tenía un equipo a mi cargo. El barro se redujo
En Ontruck mantuve un nivel de barro medio. Me metía en detalles pero tenía un equipo de 25 personas, así que, detalle, detalle…pues tampoco
Y llegamos a Dosplanos. Dondé buceé en un lodazal durante un par de años, para poco a poco ir sacando la cabeza, luego una mano, y poco a poco la otra

En definitiva, para mí el barro es cómo de cerca estás de los detalles más pequeños en la empresa (y por ende, de los problemas del día a día). Y suelen ser los perfiles con menor experiencia los que están “en el barro» en esos primeros años. O en caso de montar una empresa, pues te va a tocar a ti saltar de cabeza.

Y el glamour lo veo más conectado con “lo que mola decir que trabajas en empresa XXX”. Si además te pagan un super hotel, pues mejor (no siempre es así, pero suele ir de la mano).

Reflexiones acerca de estas dos dimensiones

El tema del glamour es un tema peligroso. Peligroso para el que valora el glamour, porque puede ir de la mano de un “trabajo/vida de caca”, pero ese glamour hace que no te quieras ir (apariencia, temas de ego, $$$, …esas cosas que nos importan a todos)

Sin contradecir lo anterior, dormir en hoteles 5* mola y ya está (aunque si eres consultor, sólo pasas por allí para dormir, y más bien poco). Quiero decir que me parece muy bien que uno busque y disfrute del glamour

El barro. ¿Qué decir del barro? El barro me parece bonito. Es donde pasan las cosas. Donde pasan de verdad. No en esos PPTs, Excel y otras mier***. Es normal que cuando uno progresa profesionalmente, pues se incrementa la gestión y se reduce el barro…

Pero. Si no te gusta el barro, creo que vas a ser peor gestor. Y peor líder. Porque si no te acercas al barro de vez en cuando (al menos), vas a ser difícil que sepas lo que pasa en la empresa. Y si no sabes lo que pasa en la empresa, tú me dirás…

Así que…yo me quedo con unas botas con un poco de barro (tampoco más, que ya pasó la fase de sacar barro hasta de los oídos).

Y ya puestos, que sean Timberland (siempre me gustó la marca y creo que son botas con las que puedo pasearme por los hoteles 5* -es un decir, porque como has visto en la secuencia de arriba mi vida me ha llevado en caída libre de estrellas ;p;p…¡pero volveremos!-).

Para cerrar, ya sólo queda lograr convertir a Dosplanos en una empresa con glamour. Y en eso estamos…camino de conseguir que todo el mundo quiera venir a trabajar con nosotros ✌.

Pues ya me quedé sin temas de lectores. Si no me escribes comentándome un tema sobre el que hablar la semana que viene, me veré forzado a utilizar los lunes para hacer un resumen de las noticias políticas de la semana 😧😧😧. Vale no, que quiero ser feliz…pero escríbeme.