Sábado en el hyper. No hay mejor plan, ¿verdad?.

Y yo que hace unos años pensaba que yo nunca iría un sábado por la mañana al hyper. Aquí me tienes…

El caso, terminamos la compra. No sin antes cruzar la línea de cajas.

Que se convierte últimamente es una especie de Circo del Sol.

Una niña subida al carro que quiere poner todos los productos en la cinta. La cajera pasando productos a toda pastilla. La otra niña haciendo acrobacias en la barra metálica que separa las cajas.

Mi mujer se ha olvidado los yogures. No pasa nada…mientras pasamos los 487 artículos restantes da para que vayas, elijas el sabor y vuelvas.

El niño entre tanto ha desaparecido. Pero eso ahora no importa, yo estoy metiendo productos en la bolsa con una mano, sujetando a la equilibrista con la otra mano mientras rezo para que la mediana no se caiga del carro al pasar la sandía a la cinta.

No sigo…pero de alguna manera incomprensible 3 minutos después estamos todos al otro lado de la caja. Nadie se ha abierto la cabeza. La sandía está en una pieza. Los yogures en el carro, multi-frutas. Y el niño ha vuelto, creo que es el mío.

Y en ese momento «de paz» paso por delante del zapatero camino del parking. Mira, tiene cordones marrones que me vienen al pelo (sí, utilizo zapatos con cordones marrones).

Yo – «Unos cordones marrones. Con tarjeta por favor»

Zapatero – «Otro con tarjeta. pues voy a empezar a poner un mínimo de 10 euros para pagar con tarjeta, porque con las comisiones del banco…»

Yo – «Ya, yo es que ya no llevo efectivo encima. A mí no me importa si me cobras 20 céntimos más por los cordones para compensar la comisión»

Zapatero – «Yo no te tengo que cobrar más por los cordones porque el banco me cobre una comisión. Pero la próxima vez mínimo 10 euros»

Yo (reconozco que después del Circo del Sol no estaba en mi momento más dulce) – «Haz lo que consideres, si haces eso, perderás al menos un cliente, imagino que alguno más»

Zapatero – «No tengo porque perder ningún cliente. Con lo fácil que es coger un billete antes de salir de casa»

Yo – «Tu negocio, tus normas. Pero te aseguro yo que un cliente vas a perder»

En fin, haciendo amigos camino del parking.

Mi mujer no dice nada pero su mirada lo dice todo («pero por qué te tienes tú que poner a discutir con el zapatero sobre cómo cobra o deja de cobrar a sus clientes»).

Defecto profesional. Y yo que le estaba ofreciendo una mentoría gratuita. Pero hoy no hablamos de 🌶️, que no hay 🌶️ en el asunto.

Eso sí, vamos a intentar sacar algunos aprendizajes de nuestro compi zapatero

Si un cliente quiere pagar más, acepta su dinero (no seas malo)
Deja de hacerte líos mentales. Ten claros todos tus costes (materia prima, mano de obra, comisiones), y a partir de ahí define un pricing que te deje un margen razonable
A menos que seas Amazon, no pretendas cambiar los hábitos de tus clientes. Lo más probable es que consigas que el cliente te cambie a ti (¿alguien conoce a un zapatero que venda cordones marrones y acepte tarjeta?)
Si aún así lo quieres intentar, apunta a que el cambio sea algo positivo para tu cliente, algo que le haga feliz (llevar monedas en el bolsillo es lo más alejado a hacerme feliz…)
Escucha a tus clientes. Pueden decir cosas con sentido o auténticas estupideces, pero si escuchas a muchos probablemente algo positivo sacarás para tu negocio

Correo anecdótico para acabar la semana con pequeños aprendizajes de nuestro zapatero. El próximo sábado lo imprimo y se lo dejo discretamente cuando salga del hiper 😎.

Buen fin de semana y volvemos en un par de días con el mail de los lunes.

PD: sí, en la postdata sí puedo…pero hoy sólo para recordarte que hasta final de mes, los lectores de hd1p tienen prioridad en 🌶️🌶️🌶️. Si te pica el gusanillo apúntate a la lista, en la que recibirás más información sin compromiso.