Monday Monday.

Traigo un tema de un lector, respuesta a otro correo. A lo mejor piensas que me lo he inventado (ahora verás), pero ya nos conocemos un poco y sabes que no soy tan cutre, ¿no?.

“Fíjate, que solo he echado de menos una palabra en mi experiencia. La autocrítica y la formación como factores realmente clave de cambio. ¿Tú te sigues formando?“

Supongo que ya viste por qué decía lo de que me he inventado el tema. Y además hoy estamos sin 🌶️ en el asunto, así que dirás que es trampa 😛.

Bueno, hablemos sobre «formación». Tema de nuevo interesante. Y retador (para mí), para llegar a decir cosas con sentido que puedan aportar algo.

Por cierto, vamos a intentar hablar de formación pensando en el empresario.

1- Formas de formarte

En mi opinión hay dos formas de formarte. Formándote o haciendo.

Lo normal es que pasemos la primera parte de nuestra vida formándonos. Y a partir de cierto punto nos formamos haciendo (trabajando para otros o ya dentro de nuestro proyecto).

[Ver nota final]

2- Sobre “haciendo”

Pensando en el empresario, “hacer” es con frecuencia la principal herramienta de formación.

No estoy seguro de la razón. Quizá es una combinación de varios puntos

Falta de tiempo (o cultura) para pensar “en estas cosas”
Dificultad para encontrar formación enfocada en el (pequeño-mediano) empresario
Complejidad para entender el retorno que la formación puede tener en el negocio

El aprendizaje por tanto viene con frecuencia del prueba-error. Uno hace, se equivoca y si es un poco espabilado, piensa en cómo hacer para que no le pase de nuevo.

El gran reto de esta forma de aprendizaje es que hay mil formas de equivocarse. De manera que para encontrar la manera adecuada de hacer las cosas, quizá uno pase por un abanico de errores que acabe por desanimarle (o en un mal caso, hacer quebrar el proyecto).

Por no hablar de los costes que supone cada vez que uno se equivoca.

3- Sobre “formándote”

Como digo creo que son mayoría los empresarios que no se forman a través de formaciones. Aunque es un espacio que se ha desarrollado mucho en las últimas décadas.

En programas “sólidos”. Formaciones estructuradas, con una dedicación media-alta, impartidas por organizaciones con experiencia. Masters, MBAs y similares.

Pueden ser útiles aunque no suelen estar enfocados en un gestor de pyme (más bien en un trabajador de una multinacional o propietario de empresa mediana-grande).

Formación “continua”: quizá donde más opciones han aparecido. Meto en esta categoría al conjunto de contenido útil, a veces de pago otras veces no, que uno puede encontrar y que no requiere una gran dedicación.

Ya conocíamos los libros. Y éstos se combinan ahora con podcasts. Youtube. Formaciones online ofrecidas por “expertos”. Contenido abierto de universidades.

Uno de los grandes retos es la saturación de información. Y con ello la dificultad para identificar el contenido que realmente te aporta valor (tu tiempo es gran parte del coste).

A través de mentores. De personas que ya han superado tus retos actuales. Puede ser un “mentor” formal. O puede ser a través de un club de empresarios. O rodeándote de otros empresarios en tu día a día.

El reto de la formación “formal” es tener la capacidad para escuchar y asimilar. Porque con frecuencia oímos la respuesta a nuestro problema (o nos cuentan cuál va a ser nuestro próximo reto), pero no somos capaces de asimilarlo.

Luego llegamos a la misma conclusión que nos habían contado (tras errores y costes), y nos damos cuenta de cuánta razón tenía aquella persona.

4- Mi caso

Te cuento mi caso por si te ves reflejado en algunas fases

Mucha formación formal de jovencito: estudié teleco, después un máster en gestión y nuevas tecnologías, 3 años después un mba y por el camino 5 años de consultoría que equivale a un atracón de formación (sin agua)

Mundo corporativo: 5 años trabajando en una gran empresa sin ninguna formación formal (empresa poco madura). Pero aprendí mucho en cada puesto que desempeñé (sobre todo en gestión de equipos y de una cuenta de resultados)

Dosplanos: en los primeros 4 años me formé “haciendo”. Por los motivos del punto “2”. Y porque pensaba que ya me había formado mucho. Lo que no sabía era que la gestión de una pyme era “otra cosa”

El último año ha sido distinto. Empezó con la formación para crear una newsletter, y desde entonces la formación ha sido continua (gratuitas y de pago), enfocadas en el mundo de las ventas, el emprendimiento online y la compra-venta de empresas.

Hoy no pensaba hablar de 🌶️ (¿no me crees ;p?), pero es que el tema venía al pelo

Porque 🌶️ pretende ofrecer esa formación adaptada al empresario de una pyme que no es obvia de encontrar

Porque 🌶️ combina el concepto de formación con el de mentoría (llámame loco, pero en estos tiempos me gusta que el que me explica algo haya pasado por ello)

Porque 🌶️ combina la teoría con ejercicios prácticos con tu propia empresa; para que al “hacer”, el aprendizaje sea más profundo y además lo apliques desde el primer momento

Y tú, ¿cómo te formas?

¿Mucho prueba y error, eres más de Wikipedia o por fin te decides por…🌶️?

Nota final: existe para el empresario una tercera vía para formarse. Que no es otra que la contratación. Una combinación de hacer (el hecho de contratar, con los errores que uno comete por el camino), y formarse (incorpora al equipo un mentor, con la experiencia en un determinado área). Un melón (la contratación), que ya hemos tocado alguna vez y al que volveremos.