Te cuento el caso de un primo mío (otro).

Tiene una empresa en el sector de la construcción (otro inconsciente), y me cuenta que la semana pasada firmó un contrato para un proyecto nuevo.

Ya sabes que en la construcción los volúmenes de los trabajos son importantes. En este caso firmó un proyecto de €200k, que está bien.

Y me contaba mi primo lo positivo que es ver cómo, tras unos años desde que montó la empresa, los clientes ya “van llegando” y cómo incluso se firman contratos sin que él se entere.

Pues este primo mío además se puso hace no mucho a escribir unos emails (le pasé el curso ese que yo hice y también se animó).

Tras el curso, los emails, tras los email se puso a hacer unas consultorías y de ahí pasó a organizar unas mentorías.

Tras casi un año entre “pitos y flautas”, inversión de muchas horas acompañadas de una primera contratación, cree que será capaz de facturar este año unos €25k. Beneficios ya para el año que viene (o al otro), que este año tocaba invertir.

Reflexiones de mi primo (es muy transparente conmigo)

Me dice que si mi negocio no está estabilizado, que me deje de gaitas con otros proyectos. De lo contrario podría poner en riesgo tanto el proyecto nuevo, como el antiguo (2×1…pero al revés)

Por si se me había olvidado (le dije que no), lanzar nuevos proyectos, nuevos productos, nuevos mercados…requieren de un esfuerzo inicial fuerte, y el retorno raramente se ve en el mismo año. Así que más me vale tener siempre puestas las gafas-largo-plazo

También me sugirió que, si me decido a ir adelante, que busque iniciativas cuyo riesgo no esté altamente correlado con mi negocio principal (“piensa en tus proyectos como un portfolio de stocks”), de manera que si uno va mal, el resto pueda soportar el impacto

Hasta aquí la historieta del día, le damos las gracias a mi primo.

Y a mí lo anterior me trae a la mente el libro “The Innovator ‘s Dilemma”. ¿Lo conoces? Lo escribió Clayton Christensen, de quien ya hablamos en su día por otro libro suyo, “How will you measure your life” (ese que te recomendé en uno de los primeros emails).

Te dejo aquí una breve entrevista que resume su teoría acerca de por qué las grandes empresas encuentran dificultad a la hora de invertir en nuevas tecnologías. Merece la pena, aunque sólo sea por escuchar a Clayton.

Sé que son conceptos distintos (el de mi primo -más relacionado con la “comodidad”, y el de Clayton -más relacionado con la canibalización-), pero tienen un punto en común.

Y es que por una razón o por otra pones toda tu energía en tu negocio actual, lo que se dice dejar todos los huevos en la misma cesta.

No es mejor, ni peor (¿invierto en Tesla o en un ETF?). Lo importante es ser consciente de las ventajas y riesgos de cada situación.

Y tú, ¿en qué situación estás? 1-2-3, respuesta rápida…

1- tengo un proyecto y déjame tranquilo por el momento (o de por vida)
2- tengo un proyecto estabilizado y estoy pensando en un segundo proyecto/línea de negocio…
3- tengo más de un proyecto en paralelo

Sabes que desde hace un tiempo me es imposible terminar un correo sin venderte 🌶️🌶️. Lo bueno es que el email de ayer de Constanza fue un último empujón para 2 empresas (¡2!). Llegamos a 10 empresas confirmadas, dos plazas libres para septiembre…y ya 0 presión 😅.

¡Nos vemos!