¿Te acuerdas de aquel mail de los gorros?

Hace ya casi un año que circularon los bits por la red. Si no lo leíste (o recuerdas), iba de aquello de que al emprender llevas todos los gorros en la empresa.

Y poco a poco, conforme vas contratando, vas «asignando» gorros a los nuevos fichajes. Y vas cada vez quedándote con menos gorros.

Con el objetivo de enfocar cada vez más tu tiempo en los temas más estratégicos de la empresa y en la supervisión de las diferentes áreas.

Te quedas con el gorro de supervisor.

Pues bien. Después de ese camino asignando gorros a diestro y siniestro, creo que hay alguna gorrilla que aún te la puedes quedar.

Una de esas gorrillas que a mí me gusta mucho es la de ojeador.

Como en los equipos de fútbol. Los que tienen presupuesto, digo. Qué tienen un par de personas dando vueltas por el mundo.

Si hablamos de fútbol, lo normal es que tengas a 1-2 personas situadas en los hospitales más grandes de Brasil.

Y cuando una madre dice que su hijo no deja de dar patadas. Nace con un contrato debajo del brazo. O eso dicen los que entienden.

Pues bien. Sin llegar al punto de recorrerte los hospitales de tu ciudad…

Lo que sí tienes que hacer es pasear por el mundo con las gafas de ojeador.

¿Y qué busco, Manuel?

Pues tienes que pensar en todos los puestos que vas a necesitar en los próximos meses. O en los próximos par de años.

Porque seguro que si lo estás haciendo bien vas a contratar a otro xxx en unos meses. Y puedes irte a InfoJobs, LinkedIn o a un head-hunter…o puedes tirar de tu agenda de ojeador.

Y dentro de un año, cuando por fin incorpores a un Director Financiero al equipo (porque ya tienes escala y puedes pagarlo), puedes irte a InfoJobs, LinkedIn o a un head-hunter…o puedes tirar de tu agenda de ojeador.

Lo buena de la agenda de ojeador es que está trabajada.

No se basa en 2-3 horas de entrevistas. Se basa en una primera conversación que tuviste en un lugar casual.

Y lo siguió una comida que aprovechasteis para tener unos meses después. Y más adelante intercambiasteis opiniones sobre un tema de actualidad de tu sector…

Y así. Así el día que contratas a alguien de fuera. Porque no había oportunidad de promocionar internamente (o en este caso tenía sentido traer un ángulo exterior), …

Ese día en realidad estás incorporando a alguien que ya era «casi del equipo».

Te toca a ti. ¿Llevas el gorro de ojeador por la vida? De ser así…¿cuántas personas te vienen a la cabeza que podrías contratar sin hacer una entrevista estando razonablemente tranquilo?

Hasta mañana, ¡¡ojeador!!

PD: lo de ojeador sirve para tus empleados o para otras colaboraciones. Pon que dentro de unos meses (por ejemplo febrero), decides que quieres mejorar el funcionamiento de tu empresa. Por ejemplo. Entonces puedes ir a Internet a buscar o…🌶️🌶️🌶️